El llamado a la rebelión del exgolpista Guy Philippe contra los acuerdos de Washington y la Caricom, colma de más incertidumbre la crisis haitiana después de los ligeros destellos que habían asomado para una salida con la anunciada conformación de un consejo para gobernar el país y la determinación de Kenia de liderar una misión pacificadora.

Philippe, uno de los principales actores del caos y la violencia en que está sumido Haití, rechazó el acuerdo, que pasa por la renuncia del primer ministro Ariel Henry, bajo el alegato de que la Caricom carece de autoridad para dirigir la transición en su país.

Las perspectivas se habían ensombrecido ya antes con el rechazo del líder de las principales pandillas, Jimmy Chérizier (Barbacue), al despliegue de tropas extranjeras en el territorio.

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La ligera confusión que había surgido con el anuncio de Kenia de aplazar su misión se despejó rápidamente con la aclaración de que la decisión era solo en lo que se conformaba el consejo de transición.

Pero ahora dice Henry que solo él puede designar a los integrantes del consejo y que todavía no lo ha hecho.

Washington, que tuvo una participación protagónica, había anunciado un aporte adicional de 300 millones de dólares para la misión extranjera.

En las últimas horas el consejo había cobrado forma con la integración de varios miembros, pero la incertidumbre ha vuelto a dispararse con la advertencia de Henry y la posición asumida por los líderes rebeldes Philippe y Barbecue.