De tanto hablar y criticar, procuradores adjuntos como Yeni Berenice Reynoso y Wilson Camacho han dado la impresión de querer brillar en la lucha contra la corrupción, batalla en la que su balance no solo está lejos de corresponderse con su retórica, sino que ha dejado mucho que desear.
En muchos casos en que ambos han participado tanto en el presente como en el pasado abundan los cabos sueltos y decisiones criticables.
En lugar de recurrir a los procedimientos contra sentencias a favor de acusados de grandes escándalos, la directora y el encargado de la Pepca (Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa) la han emprendido contra los jueces. Están los casos, a manera de ejemplo, de los sobornos de Odebrecht y para la compra de los aviones Tucano, así como la venta del sector Los Tres Brazos.
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La andanada de los representantes del Ministerio Público contra los jueces a raíz de la variación de la prisión a libertad condicional bajo fianza de imputados por corrupción fue la gota que colmó la copa. La procuradora general de la República, Miriam Germán, tuvo que salir al ruedo para sugerirles a sus adjuntos que suspendieran las “críticas ácidas” contra miembros del Poder Judicial.
Por sensata la intervención de la magistrada encontró de inmediato el respaldo de entidades tan prestantes como la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus) y de figuras como el expresidente de la Suprema Corte de Justicia, Jorge Subero Isa.
Veterana en las lides judiciales y con bien ganado aval moral y profesional considera que hay decisiones que deben ser cuestionadas. Pero advierte que la mejor vía para hacerlo son los recursos “con respeto y deferencia, pero bien fundamentados y con una exposición clara de los agravios”.
Tal parece que algunos procuradores han confundido el respaldo a la lucha contra la corrupción con un cheque en blanco a sus actuaciones. Los jueces son responsables de sus sentencias, pero los representantes del Ministerio Público lo son de las investigaciones y las pruebas para sustentar los expedientes acusatorios.
