Por Oquendo Medina oquendomedina@hotmail.com —

Durante la férrea dictadura de Rafael Leónidas Trujillo Molina ningún servidor público, en ejercicio de sus funciones, se atrevía a desafiar al Jefe y cometer algún acto de corrupción porque sabía perfectamente lo que le esperaba: la cárcel o la muerte. De manera que nadie, abso lutamente nadie, se arriesgaba a desviar los fondos públicos hacia alguna cuenta privada ni cosa parecida.

Y pobre de aquel que, pretendiendo pasarse de contento, osará robarle al tirano; mucho menos cometer alguna acción corruptiva. En tiempo de la dictadura había un solo dueño de la república: Trujillo; un solo corrupto conocido: Trujillo; un solo corruptor conocido: Trujillo .

Solo él podía enriquecerse y nadie más; excepto aquellos paniaguados que contaban con el respaldo del Jefe, digamos que con su bendición. Ahora bien, por considerarlo de alto interés para los lectores que suelen leer nuestros humildes artículos en este prestigioso periódico vespertino, procederemos a transcribir la carta que el profesor Juan Bosch le hiciera llegar al doctor Joaquín Balaguer en fecha 1ro. de junio de 1961 desde San José, Costa Rica.

Dicha misiva se lee como sigue a continuación: Doctor Balaguer: En carta abierta de hace tres meses anuncié al general Trujillo que 1961 sería un año sangriento para él. Mi vaticinio se ha cumplido; y frente a la muerte del tirano abrigo la esperanza de que Ud. no pretenda mantener el régimen de terror que él inauguró hace treinta y dos años.

Temo sin embargo, que por asegurar la estabilidad de un gobierno que ha perdido su sostén más poderoso, Ud. crea útil consentir que la riqueza acumulada por Trujillo sea transferida a sus hijos. Esa riqueza es del pueblo dominicano; él la produjo y a él le fue sustraída.

En nombre de tres millones de compatriotas, pido a Ud. la confiscación de todos los bienes de Trujillo y su resguardo mientras llega la hora de destinarios a su único fin digno: servir de base para el desarrollo de la riqueza nacional y para elevar el nivel de vida de todo el Pueblo. Juan Bosch.