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De dinero, de amor; y de amistad

De dinero, de amor; y de amistad

Dr. César Mella, Psiquiatra.

A petición de mis lectores a propósito de la movilidad social y económica por vía de la política.

Creo haber leído que Gabriel García Márquez ha utilizado la frase “Cuando éramos pobres e indocumentados”, queriendo decir, que en determinados momentos de la vida cuando no teníamos dinero ni muchos documentos que mostrar, nuestra existencia estaba acompañada por la felicidad.

“El amor y el interés fueron de paseo un día y más pudo el interés que el amor que se tenían”, queriendo expresar, intuyo yo, que el dinero se impone a los sentimientos…

Ahora le pregunto al lector: ¿cuántas amistades que usted conoce se han distanciado, otras, destruidas por culpa del dinero?

Observo que en la sociedad dominicana, los ascensos económicos de algunos sectores e individuos no están relacionados con herencias,  con trabajo digno de muchos años o por tener la suerte de ganarse la loto, por el contrario, el enriquecimiento se produce por vínculos directos o indirectos con el narco; participación en los “negocios”  que derivan de posiciones o vínculos políticos o, diferentes inserciones con  el bajo mundo y transacciones tórpidas.

Cuál es la repercusión que observo en la relación de pareja; en las amistades, y sobre todo, en la conducta del nuevo rico  que se hace de fortuna a la carrera?

Cambian el vehículo por uno del año, pero, todos los años.

Procuran inscribirse en uno o más clubes sociales. Se ha dicho que buscando legitimarse con grupos dominantes o “codearse con los blanquitos”.

En el caso de los hombres, se agencian a una o más amantes.

Procuran actualizar o conseguir una visa Norteamericana.

Este documento es un símbolo de que “usted anda por la derecha con los Gringos”.

Los amigos de infancia son evitados y se juntan con gente de apellidos sonoros, de lo cual hacen galas.

El patrón dietético, la vestimenta y los rituales de embellecimiento personal  se hacen más costosos y exclusivos.

Cambian a los hijos de colegio, pero su relación matrimonial entra en crisis.

Crean una fundación,  habitualmente con su nombre, “sin fines de lucro”.

Se tornan prepotentes y dan la espalda al barrio o provincia de origen.

Habitualmente portan más de un arma de fuego y pagan uno o varios “agentes de seguridad”.

Como la educación formal no se adquiere con dinero ni aceleradamente, los círculos de clase en donde este personaje se codea expresan: “el que nació para dulce de coco no pasa de piñonate”.

Esta frase la escuche en el Country Club, cuando un perfumado personaje, al referirse a un nuevo miembro , se le  criticaba acremente, con la siguiente observación:  ““tu vez como ese joven mezcla el brandy  con café y coca cola?”.

Yo se que es difícil, pero quiero aconsejar a los nuevos ricos: humildad.

Que se pongan a estudiar y paguen la mejor educación  de sus hijos.

Que entiendan que aunque los ricos de verdad, los inviten a su mesa, siempre recuerdo una frase lapidaria de mi abuelo Don Baudilio Mejia cuando expresaba: “ Mi nieto cuando usted vea al blanco (rico) y al negro (pobre) sentados  en una mesa de un exclusivo restaurant, piense que el blanco le debe al negro o es éste (el  negro) , el que va a pagar la cuenta”…

El Nacional

La Voz de Todos