Con la invasión de Rusia a Ucrania no había necesidad de elevar más las tensiones entre las potencias, con todas las consecuencias para el planeta.
Por la innecesaria provocación de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, al visitar Taiwán, China, en represalia, ha bloqueado las rutas comerciales desde Asia con sus maniobras militares aérea y marítima en la isla, amenazando con interrumpir la cadena de suministros. Otro agravante de la visita de Pelosi es que China pueda acercarse más a Rusia.
La representante no se conformó con entrevistarse con la presidenta de Taiwán, sino que proclamó que su país no abandonará la isla.
En repuesta China, que considera a Taiwán una isla rebelde, desplegó ejercicios militares en torno a la isla, los más importantes en muchos años, poniendo en peligro la cadena de suministros, ya comprometida por la pandemia sanitaria y la invasión a Ucrania.
El cierre de las rutas de transporte, aunque sea solo temporal, tiene consecuencias para el comercio desde Asia. Por más solidaridad con Taiwán y respeto a las libertades Pelosi no tenía necesidad de agregar más tensión a las relaciones internacionales.
