La nación dominicana conmemora hoy el 178 aniversario de la Constitución de la República, proclamada el 6 de noviembre de 1844, por una Asamblea Constituyente que sesionó en San Cristóbal acorralada por tropas enviadas por un gobierno absolutista o tiránico que obligó a los asambleístas a insertarle el virus del autoritarismo.
En esa primigenia Carta Magna, el general Pedro Santana usó al ejército para imponer el artículo 210, (“a verdad sabida buena fe guardada”), que le otorgó poderes excesivos o dictatoriales para perseguir, fusilar, encarcelar o exiliar a los forjadores de la Independencia, incluido a Juan Pablo Duarte.
Diez años después, en 1854, en una primera modificación del Texto Sustantivo se pudo extirpar el tumor de intolerancia que significó la licencia que se otorgó al Poder Ejecutivo para conculcar derechos ciudadanos, aunque la Constitución ha sufrido o experimentado 39 reformas, la mayoría motorizada por ambiciones políticas.
La Constitución de 1963, reconocida como una de las más liberales y garantistas de América Latina, reivindicó el pensamiento duartiano sostenido en el derecho a vivir en libertad y dignidad, pero el gobierno del profesor Juan Bosch, que la prohijó, fue derrocado apenas a siete meses de instalado.
El Texto Sustantivo vigente data de 2010, consta de 277 artículos y 19 disposiciones transitorias, y entre sus novedades figuran la igualdad de género y la participación popular para la presentación de proyectos de leyes, así como un conjunto de derechos colectivos, difusos o definidos como de última generación.
La mayoría de las reformas constitucionales han estado orientadas en consignar la reelección presidencial o extender periodos de gobierno, aunque también han promovido oleajes de reformas políticas e institucionales como la creación del Tribunal Constitucional y de las Altas Cortes.
La Constitución de la República representa la más elevada expresión de garantía y defensa de la independencia, soberanía, democracia política y convivencia social, por lo que todos los buenos y verdaderos dominicanos están compelidos a honrarla y cuidarla como niñas de propios ojos.
Al cumplirse 178 años de cuando el nacimiento de la nación dominicana quedó certificado en la proclamación de la Constitución de la República, los hijos de esta tierra reiteran el compromiso de defender la independencia y la soberanía nacional “hasta con su propia vida”, lo mismo que la separación de los poderes, democracia y la libertad. ¡Que Dios bendiga a República Dominicana!.
