Ha pasado el Día Internacional de las Librerías, 11 de noviembre, y por algunas declaraciones de prensa, todas de origen privado, se ha recordado la labor cultural, sus figuras más importantes, pero ¿cuáles acciones prácticas se plantean para que el país otorgue a libreros y librerías el reconocimiento que merecen?.
Es muy probable, que instituciones, ministerios, departamentos o direcciones específicas, no tuvieran el tema en su agenda, pese a que debía estar en sus objetivos o metas, la labor de reivindicar una labor tan esencial para la cultura como es el rol de libreros y librerías, a lo cual se puede agregar, la acción en favor de las bibliotecas.
Libreros y librerías tienen, por la función cultural y social que desempeñan, las condiciones, como es en otros países, requieren de una plataforma de apoyo público.
Si una característica ha tenido el manejo de temas de trascendencia, esa ha sido la falta de interés, por una parte, y la debilidad o ausencia en el seguimiento.
El llamado es a instituciones públicas y privadas para que actúen y que, a nuestro juicio, deberían tener responsabilidad o participación, a nivel público: Ministerio de Cultura ,Ministerio de Educación, Departamento Jurídico del Poder Ejecutivo, Archivo General de la Nación y Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña.
A nivel privado, se sugiere que tengan participación en el programa sugerido: La Unión de Escritores Dominicanos (UED), con su dirigencia integrada entre otros por Emilia Pereyra, presidenta de la organización, Avelino Stanley, vicepresidente, y Marino Berigüete;El Centro PEN, NG.; Red Nacional de Bibliotecas Públicas (que tiene su sede en la UNPHU); Biblioteca Central UASD, Pedro Mir, el auditorio de esa academia, Manuel del Cabral y la Asociación Dominicana de Bibliotecas.