Si el Intrant y la Digesett no coordinan sus acciones, el pandemonio del tránsito está llamado a perpetuarse por los siglos de los siglos.
Aunque el Intrant ha tratado de evitar confrontaciones con la Digesett no ha dejado de criticar decisiones que entorpecen la fluidez en la circulación de vehículos y la seguridad en el tránsito.
Hasta antes de la designación del general Pascual Cruz Méndez violaciones como la circulación en vía contraria, los estacionamientos en áreas prohibidas, la privatización de tramos de calles por parqueadores y comerciantes estaban a la orden del día.
Y para colmo de males los densos taponamientos agravados por la colocación de agentes en las intersecciones para gestionar el tráfico en sustitución de semáforos hasta inteligentes. La gran ironía es la excusa de que se necesitan más agentes para enfrentar el caos en el tránsito.
El nuevo director de la Digesett, que todavía no se acaba de sentir, tiene necesariamente que romper con el patrón de sus antecesores y coordinar más sus operaciones con el Intrant aunque sea para diferenciarse. Los conductores solo reclaman que se aplique la ley y que se dejen operar los semáforos.