El legendario líder del cártel de Sinaloa, Ismael Mayo Zambada García, fue detenido por agentes del Departamento Antidrogas de Estados Unidos, el jueves en El Paso, Texas.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos dijo que también fue apresado Joaquín Guzmán López, uno de los hijos de Joaquín -el Chapo- Guzmán, quien cumple cadena perpetua en una cárcel estadounidense.

El “jefe” Mayo, como se le conoce en el mundo del narcotráfico, a sus 76 años nunca había sido apresado en México, pese a que la DEA ofrecía 15 millones de dólares a quien ofreciera información sobre su paradero.

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A Zambada se le acusa de liderar el cártel de Sinaloa que trafica fentanilo a Estados Unidos y que ha causado una emergencia sanitaria con más de cien mil muertos.

Llama la atención que el Gobierno de México no se pronunció de inmediato sobre la detención del escurridizo capo, quien mantiene en nóminas millonarias a influyentes funcionarios del Gobierno, policía y justicia azteca.

La prensa mexicana y estadounidense maneja la versión de que Zambada García habría negociado su entrega a la DEA, lo mismo que Guzmán López, a cambio de protección a su familia.

Aunque también se especula que ambos narcotraficantes revelarían los nombres de funcionarios mexicanos a quienes les entregaban dinero a cambio de silencio o impunidad.

Contrario a otros líderes del narco, Zambada García mantuvo un perfil bajo, alejado de discotecas y lujo y con asiento fijo en la serranía de Sinaloa.