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El mural de la prehistoria

El mural de la prehistoria

l Mural de la prehistoria incluye dinosaurios, caracoles, reptiles marinos gigantes y seres humanos para representar el proceso evolutivo de la vida en la zona.

El mural de la Prehistoria, en la provincia occidental de Pinar del Río, Cuba, es una creación única por su concepción, por parte de un muralista cubano discípulo de Diego de Rivera, que mantiene sus colores vivos a pesar del paso del tiempo de su terminación, en 1965, hace 58 años manteniendo como el primer día.

El sorprendente mural de la Prehistoria está pintado sobre la pared natural del mogote Pita del Valle de Dos Hermanas, en la Sierra de los Órganos, a cuatro kilómetros al oeste del pueblo de Viñales, en el occidente de Cuba con 80 metros de alto y 120 de longitud.

El creador fue el maestro muralista cubano Leovigildo González Morillo, tras el descubrimiento en la zona indicada de restos de dinosaurios y plantas del paleolítico.

El muralista se planteó concretar en una inmensa imagen este patrimonio antropológico, siendo una de las pinturas realizadas a cielo abierto, y para ello se necesitaron cuatro años y una veintena de campesinos que jamás habían pintado nada.

Lo más impresionante es cómo se hizo: se escogió uno de los mogotes, se lavó y preparó la piedra para evitar que la erosión deteriorase la pintura y pintado por unos 20 campesinos.

El diseño artístico incluye dinosaurios, caracoles y reptiles marinos gigantes y seres humanos para representar el proceso evolutivo de la vida en la zona.

El arte se dividió en cuadrantes y a cada uno de los campesinos les tocó pintarlos para ir configurando el conjunto, dirigidos por el creador de la obra desde tierra con un altavoz y unos binoculares durante cuatro años, iniciando en 1961.

El muralista nunca subió al mogote por lo avanzado de su edad. Para acceder a la roca los labriegos debieron colgarse de sogas y tirantes de paracaídas y andamios los que quedaban más cerca del suelo.

El mural de la Prehistoria está a unos 4 kilómetros de Viñales, en el Valle de Dos Hermanas. Es una belleza artística y una obra sorprendente por la manera en que se realizó. Vale la pena vivir la experiencia de verlo personalmente.
El mural de la Prehistoria fue visitado por iniciativa del embajador dominicano en Cuba, licenciado Flavio Rondón, conocedor a fondo de la realidad cubana y quien plantea que República Dominicana y Cuba deberían constituirse en un multidestino turístico de cara a los visitantes del mundo para que los que vengan a uno de los países tengan la opción de visitar al otro, porque tienen destinos distintos, en el marco de la misma belleza caribeña.