Al disolver el Parlamento para evitar un juicio político el presidente ecuatoriano Guillermo Lasso les mató el gallo en la funda a los sectores que buscaban destituirlo por un caso de supuesta corrupción.

Sus opositores no esperaban la carta que Lasso sacó debajo de la manga para evitar su cuasi inminente destitución del cargo. La disolución del Parlamento, una salida que ha sido cuestionada por el expresidente Rafael Correa, principal líder opositor, es una figura que la Constitución contempla en momentos de crisis.

Puedes leer: Indígenas alertan posibles planes privatizadores tras “muerte cruzada” en Ecuador

Lasso, que estaba supuesto a terminar su mandato en 2025, podrá gobernar por decreto durante los próximos seis meses y convocar a elecciones anticipadas.

Aplicó la “muerte cruzada” para enfrentar la conmoción interna ante los aprestos para relevarlo del poder, una decisión que de inmediato encontró el respaldo de las Fuerzas Armadas y la Policía.