El Gobierno haitiano y República Dominicana tienen muchos problemas comunes, pero hasta ahora el más visible parece el excanciller Claude Joseph.

El exjefe de la diplomacia haitiana se ha insubordinado contra el presidente Ariel Henry, a quien ha llamado a derrocar a través de disturbios populares, sin importarle que se derrame sangre ni los daños materiales.

Lo primordial para él es que los haitianos derroquen a Henry, a quien sirvió como canciller, a cualquier precio. Pero Joseph también tiene sus cañones enfilados para este país, al que acusa de racista y xenófobo contra los haitianos.

Los senadores de Fuerza del Pueblo, Franklin Rodríguez y Dionis Sánchez, han calificado al excanciller haitiano como incitador que solo procura confrontaciones.

Hace unos días Joseph felicitó al ministro de Economía, Pavel Isa, por declarar que aquí hay sectores que practican racismo y odio contra los haitianos.

Con la crisis de gobernabilidad que tiene Haití la postura de Joseph, un político de sólida formación y bien valorado por la comunidad internacional, cobra más relevancia pues no se descarta que más temprano que tarde pueda llegar a dirigir los destinos de la vecina nación.

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