Jerez Wisky
El 19 de noviembre de 2023 quedará marcado en la memoria de la sociedad dominicana como un día trágico, cuando nueve personas perdieron la vida debido al colapso de una pared en el paso a desnivel ubicado en la intersección de las avenidas 27 de Febrero con Máximo Gómez, en el Distrito Nacional.
Este lamentable suceso ocurrió en medio de un torrencial aguacero, agravando aún más la magnitud de la tragedia.
La noticia del colapso y las pérdidas humanas dejó a la sociedad dominicana en estado de shock, generando consternación y pesar entre la población.
Las víctimas, cuyas vidas se vieron truncadas de manera abrupta e inesperada, no solo impactaron a sus familiares directos, sino que también conmovieron a toda la comunidad que se identificó con el dolor y la sorpresa que conlleva una tragedia de esta naturaleza.
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En medio de la tragedia, los equipos de rescate desempeñaron una labor heroica durante horas para rescatar a las personas atrapadas entre los escombros. Su dedicación y valentía fueron fundamentales en un esfuerzo por encontrar sobrevivientes y brindar consuelo a los afectados.
Reginald García, el ingeniero estructuralista responsable del diseño del paso a desnivel, explicó que el incidente no se debió a una falla estructural, sino más bien a un problema de drenaje causado por la intensa presión del agua durante el torrencial aguacero.
En sus declaraciones, el ingeniero explicó que al diseñar la estructura, se tuvieron en cuenta diversos factores, como el tipo de suelo, la presencia de roca y la presión del agua. Sin embargo, señaló que la presión de agua experimentada durante el evento no estaba contemplada en los cálculos de diseño. La magnitud de la lluvia superó las previsiones, generando una presión que la estructura no estaba preparada para soportar.
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Tras el golpe emocional y luctuoso que implicó esta tragedia quedaba la reacción del gobierno central para restablecer el tránsito en la afectada intersección, por cierto muy intenso a toda hora del día, y la responsabilidad de esta labor recayó en el ministerio de Obras Públicas, cuyos equipos han estado trabajando en la reconstrucción de la pared tomando en cuenta previsiones que no se contemplaron en su original construcción con el fin de garantizar una edificación duradera y segura en el tiempo.
La inversión contemplada sobrepasa los 400 millones de pesos y el tiempo de ejecución dependerá de varios factores tomando en cuenta que el trabajo en esa intersección debe ejecutarse facilitando el tránsito vehicular, que no puede ser interrumpido, pero también criterios de ingeniería moderna, científica y práctica que garantice una terminación de calidad.
Las explicaciones técnicas de lo ocurrido permiten concluir en que la calidad de esta obra pasa por Diseñar un sistema de drenaje eficiente para manejar grandes volúmenes de agua durante torrenciales aguaceros. Esto evitará acumulaciones excesivas de agua alrededor de la estructura.
Jerez Wisky
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