El Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep) ha sugerido al sector empleador realizar un ajuste voluntario de salarios como forma de contribuir a mitigar los altos niveles de inflación, recomendación que debería acoger con gran dosis de comprensión el empresariado nacional.

Se resalta como muy positivo que la sugerencia del Conep haya sido el resultado de amplias consultas promovidas por la institución con los sectores productivos, lo que indica que esa iniciativa ha sido bien acogida por empleadores correspondientes a los sectores industrial, comercio, servicio, agroindustria y Mypimes.

No se niega que no pocas unidades productivas, especialmente ubicadas entre pequeñas y medianas empresas confrontarían dificultades para producir un reajuste salarial, pero siempre se puede armonizar entre lo deseable y lo posible.

La inflación interanual al mes de julio ascendía a 9.43%, lo que supone una pérdida del poder adquisitivo cuando menos en esa proporción, aunque sería mayor en la adquisición de productos básicos íntimamente relacionados con las alzas de materias primas de origen agropecuario o energéticos.

Un reajuste salarial otorgaría mayor calidad al circulante en razón de que se expresa en los ingresos de trabajadores y empleados, los que a su vez tendrían mayor capacidad de compra de bienes y servicios producidos u ofertados por empresas y comercios.

En el Sistema de Seguridad Social figuran inscritos un total de dos millones, 339 mil 490 empleados, con salario promedio de RD$28,987.1, lo que contrasta con el costo promedio de la canasta familiar que había aumentado al mes julio a RD$42,269.58.

Los niveles salariales de miles y miles de trabajadores del sector privado no alcanzan ni mínimamente para completar el costo promedio de la canasta familiar con promedio más bajo, que asciende a RD$24,367.08, según el Banco Central, por lo que urge que el sector privado promueva un reajuste salarial voluntario.

En vez de inflar la nómina pública con miles de designaciones en funciones inexistentes o irrelevantes, el Gobierno debería producir un reajuste salarial en favor de servidores que devengan sueldos menores al costo de la canasta familiar. La iniciativa del Conep ayudaría a enfriar una pradera social sobrecalentada por la inflación.

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