Es mandatorio: dobles signos de interrogación y admiración
El artículo del pasado domingo (16 de abril) fue enviado al editor de Semana con el título “¿El mortero que descorteza? Oh, no…”. Pero en la edición digital, la cual uso para reenviar el artículo a grupos de lectores, apareció sin el signo de interrogación de inicio. Pese a la vergüenza y el riesgo de caer en malas lenguas, lo envié a unos pocos.