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Orto-escritura: Mismo y misma, usos y abusos

Orto-escritura: Mismo y misma, usos y abusos

Rafael Peralta Romero

El adjetivo /mismo/ y su femenino /misma/ son el tema de hoy, a propósito de algunos usos no recomendables en los que se incurre frecuentemente.

Recordemos su significado: Idéntico, no otro. Exactamente igual. De la misma forma. Del mismo color. Así, diremos: Es el mismo caso del que te hablé. Vive en la misma casa donde nació. Y se evidencia el sentido de identidad.

Se recomienda no usar mismo precedido de artículo en sustitución de los pronombres éste, ésta, en frases como: “Visitó a la mujer, pero no la vio porque la misma no se encontraba”.

“No asistió al simposio porque el mismo fue cancelado”. Mejor será escribir: “Visitó a la mujer, pero no la vio porque ésta no se encontraba”. “No asistió al simposio porque éste fue cancelado”. (La tilde del pronombre demostrativo éste, ésta, es opcional. No es obligatoria ni está prohibida).

El empleo de “mismo” y “misma” en lugar de éste y ésta es muy frecuente en la redacción periodística. Hasta el punto de tomar fuerza de aceptación.

El adjetivo/mismo/ se presta para algunos usos de carácter retórico, con los que se busca énfasis o fuerza en la expresión. Ejemplos: Yo mismo lo hice. Ella misma se metió el cuchillo. Lo dijo hoy mismo. Aquí mismo me quedo.

Orto-escritura: Mismo y misma, usos y abusos
Orto-escritura: Mismo y misma, usos y abusos

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En cada oración, el adjetivo /mismo/, acompaña a los pronombres (yo, él, ella) y a los adverbios (hoy, aquí) con el fin de agregar fuerza a lo dicho. Por igual, en cada una hay pleonasmo, que consiste en uso de palabras en exceso. Si tenemos la economía verbal como una virtud del estilo, el exceso de palabras ha de ser visto como un vicio.

De modo que podemos tipificar como pleonasmo las expresiones hoy mismo, yo mismo, ella misma, allá mismo, a ti mismo, conmigo mismo, me lo dijo a mí mismo. Cada una puede pronunciarse sin /mismo/ sin perder su significado. Ejemplos: Llegó hoy mismo (Llegó hoy), Lo recibí yo mismo (Lo recibí yo).

El Diccionario panhispánico de dudas, publicación de la Asociación de Academias de la Lengua Española, indica que, como adjetivo, mismo tiene variación de género y número (mismo, mismos), (misma, mismas) y se sitúa normalmente entre el artículo o el determinante y el sustantivo al que modifica: el mismo día, esta misma semana, sus mismos hijos. Puede indicar identidad, esto es, que la persona o cosa a la que nos referimos no es otra diferente.

Cuando forma parte de una estructura comparativa, el término de comparación va introducido por “que”: “Tienes los mismos ojos que tu madre”.

En algunos países, como México, ya lo copiamos en República Dominicana, es frecuente emplear/mismo/sin el artículo que le suele preceder (el mismo hombre, la misma calle, el mismo que…) y así dicen algunos: mismo hombre, misma mujer, mismo que… Los académicos de la lengua consideran esto “un uso superfluo, que debe evitarse”.

Igualmente es evitable, pese a su divulgación, apunta el DPD, el empleo de mismo como mero elemento anafórico.

Esto quiere decir como elemento vacío de sentido cuya única función es recuperar otro elemento del discurso ya mencionado.

En estos casos, siempre puede sustituirse mismo por otros elementos más propiamente anafóricos, como los demostrativos, los posesivos o los pronombres personales.

Así, en “Criticó la consulta por las irregularidades que se produjeron durante el desarrollo de la misma”, mejor pudo escribirse: “Criticó la consulta por las irregularidades que se produjeron durante el desarrollo de ésta”. (Pág. 419, Panhispánico de dudas).

El artículo ha sido escrito por el mismo autor, aunque no presente el mismo sabor de otros domingos.

Rafael Peralta Romero

Rafael Peralta Romero