Arrogancia de una y timidez de otra
La democracia es buena, es paciente, es tolerante. Se parece al amor, según lo ha descrito san Pablo. (I Corintios 13, 14-17). Pero la democracia, para que dé los frutos deseados, demanda orden y una disciplina a la que deben acogerse los intervinientes en las acciones políticas. Sin jactancia, pues la democracia no lo admite. […]
