Hace unos días una comisión de la Asociación de Cronistas de Artes (Acroarte) presidida por su presidenta Emelyn Baldera, el secretario General César Dalmasí, Madeline Peña, el administrador Ramón Chávez y este servidor, nos acercamos al presidente de la Direcciona Nacional de Control de Drogas (DNCD), el vicealmirante José Manuel Cabrera Ulloa, quien nos recibió de manera agradable en su despacho.

Allí estuvimos unos minutos dialogando con él y pautamos varios planes de trabajo en conjunto con cosas sumamente interesantes que realiza esta institución del Estado dominicano.

Además, nos regaló dos insignias de la DNCD una con el escudo de dicha entidad y otra con el escudo de la bandera dominicana.

En este encuentro pude confirmar de primera mano que Cabrera Ulloa es un hombre eminentemente humilde y capacitado. Es de esos seres pocos comunes y fuera de serie.

En cuanto a su trabajo las palabras que yo pueda escribir en esta columna sobran si nos vamos a los resultados y logros obtenidos desde que llegó a dirigir la DNCD, una institución de mucha responsabilidad.

En los años que lleva al mando de esta institución, Ulloa ha descubierto la mayor cantidad de cargamento de drogas que llegan al país por doquier.

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Los que estaban antes que él no sabía cómo llegaban, pero él sí lo sabe y está haciendo una labor extraordinaria para detener todo.

Yo apuesto a este tipo de hombre de la estirpe de José Manuel Cabrera Ulloa. Yo sé que, así como él hay muchos, pero el pueblo desconoce de su trabajo.

Éxitos y que siga siendo un ejemplo de seriedad no solo para los que los rodean a diario sino para todo el país, que necesita de más figuras como él.