Trato de entender qué es lo que se pelea en la guerra ruso-ucraniana, porque me luce que los alegatos de los dos principales actores, Rusia y Estados Unidos, son el libreto justificativo de razones distantes a las alegadas.

Vladimir Putin no quiere a Europa con más incidencia de la cuenta en Ucrania, y se opone a que la antigua nación soviética se integre a la OTAN, y, ni Ucrania ha pasado a formar parte de UE, ni está en la agenda la integración a su alianza militar, es decir, que la aplastante invasión perpetrada por Rusia esta semana es preventiva.

La historia del machista que le pega a su mujer, sin que ella haya dado motivos, que nunca los hay para abusar. Dice que lo hace para advertir lo que ocurriría sin en verdad lo “provoca”. Pero si alguien previno sobre las intenciones rusas fueron los Estados Unidos, advirtiendo a Putin que de dar el paso tendría que padecer las consecuencias. Tan seguro estaba Biden de que así como que dos y dos son cuatro, Rusia invadiría a Ucrania, lo que incluso éste país llegó a negar acusando a las autoridades estadounidenses de promover un artificioso ambiente de guerra perjudicial para la economía ucraniana.

Se materializa la agresión y es evidente que Biden estaba preparado para repelerla, pero no en el frente de batalla convencional, enviando armamentos y soldados a combatir, sino en el terreno económico.

Mientras Rusia se expande a sus anchas a sangre y fuego sobre el territorio ucraniano, Biden y los líderes europeos se han ocupado de cerrar las puertas de todo comercio con Rusia, ni por sistema de intercambio de los bancos, ni con dólares, libras o yenes.

Una gran fuente de suministro de combustible objetada por los Estados Unidos desde los tiempos de Tump, el gasoducto Nord Stream 2, que lleva gas natural ruso por el Mar Báltico a Alemania, ha quedado sin ser autorizado a operar ¿Quiénes se perjudican?, Rusia que deja de suministrar y recibir divisas, y Alemania que deja de recibir gas en cantidad y precio convenientes. ¿Quién se beneficia? Estados Unidos.

¿Quién deja interrumpida sus relaciones comerciales con Europa mientras no se negocie una salida a la actual crisis? Rusia

Europa se perjudica bastante porque la competitividad de sus empresas está atada al gas ruso, pero al Putin mostrar su peligrosidad al producir una invasión tipo Hitler, queda convencida de que cualquier sacrificio es plausible para debilitar un inminente peligro para su seguridad.

¡Que el objetivo de Vladimir Putin era darse a sentir exhibiendo una superioridad militar sobre toda Europa!, que nadie tenía en discusión, porque Rusia es la segunda potencia militar del mundo, no hace sentido, ni que demostrara lo fácil que le sería marchar sobre Ucrania, lo que había hecho en 2014 cuando se apoderó de Crimea. Llegó, vio y venció, ¿y después?

Ahí es que la puerca retuerce el rabo, porque invasión de tropas extranjeras a un país libre y democrático, de más de cuarenta millones de personas, al mediano y largo plazo, no logra otro objetivo que exacerbar el sentimiento patrio y la repulsión por la agresión, y además de lo costoso que es tratar de mantener un predominio, se convierte en misión imposible, que obligará a Rusia a repetir la experiencia que vivió la Unión Soviética, cuando el fracaso fue la cosecha de la invasión a Afganistán, como le ocurrió a Estados Unidos.