Del Flying Fox, el yate de lujo anclado en el puerto San Diego, ya ni se habla. Tal parece que todo ha sido una falsa alarma. ¿O no?

La coronel Isabelita de los Santos tiene un brazo enyesado por los golpes que dice recibió en el canódromo. Por las dudas debe mostrar la radiografía. ¿Verdad?

No al Presidente, sino a la procuradora Miriam Germán a quien el defensor del pueblo tenía que informar los líos en el canódromo. ¿Se confundiría?

¿Tendría siquiera una pizca de razón Estados Unidos en su informe sobre supuestos abusos policiales en el país? Piénsenlo bien.

La Digesett devolvió la cámara retenida en el canódromo a un fotógrafo de Listín Diario, pero con la data borrada. ¿Otra violación?

Dice el abogado Manuel Ulises Bonelly Vega que el juicio a Jesús estuvo plagado de vicios. ¿Es que acaso fue un juicio?

Los partidos parecían en tregua desde mucho antes de la Semana Santa. Solo dos o tres se sentían con algunas actividades. ¿De acuerdo?

Según Hubieres, muchos de los autobuses para corredores estarían sobrevaluados en 20 mil y 40 mil dólares. ¿Qué les parece?