Editorial Opinión

Ineludible compromiso

Ineludible compromiso

El 179 aniversario de la Constitución de la República, que se conmemoró ayer, sorprende al Tribunal Constitucional (TC), sometido a un proceso de renovación con la sustitución de los últimos cinco jueces que iniciaron con la creación de esa Alta Corte en 2010.

A partir de la escogencia de los nuevos magistrados por el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), el órgano de control e interpretación de la Carta Magna, estará expuesto a nuevas corrientes del pensamiento jurídico, aunque se admite que pesa mucho la labor realizada por los jueces que han cumplido su ciclo.

Con la sustitución del presidente del TC, Milton Ray Guevara, del primero y segundo sustitutos, Rafael Díaz Filpo y Lino Vásquez Samuel, así como los miembros Víctor Castellanos y Justo Pedro Castellanos, concluye el ciclo fundacional de una de las instituciones más relevantes de la institucionalidad.

La creación del Tribunal Constitucional, hace 13 años, blindó a la Carta Sustantiva de la nación contra laceraciones infringidas principalmente por grupos de poder político y corporativo, a tal grado que llegó a ser comparada con un simple pedazo de papel.

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En la Carta Magna de 2010 se incluyó el artículo 184 que instituyó la creación del TC para garantizar “la supremacía de la Constitución, la defensa del orden constitucional y la protección de los derechos fundamentales”, lo que obliga al Consejo Nacional de la Magistratura a proteger la integridad de esa Alta Corte.

Tal es el peso jurídico de ese tribunal que sus decisiones son definitivas e irrevocables, además de vinculantes para los poderes públicos y todos los órganos del Estado, razones por las cuales el constituyente le otorgó absoluta autonomía administrativa y presupuestaria.

En el 179 aniversario de la Constitución, el presidente Luis Abinader y los demás miembros del CNM tienen el ineludible compromiso, además de obedecer a pie de letra a lo consagrado en ese texto, de rechazar presiones de sectores políticos y corporativos que intentarían imponer nombramientos de jueces en el TC a su imagen y semejanza.

Hoy como nunca, el Tribunal Constitucional requiere de jueces conscientes de su rol de salvaguarda del Texto Sustantivo, de la democracia, soberanía y derechos ciudadanos, para lo cual es imprescindible que esos magistrados sean en ellos mismos garantía de capacidad, reciedumbre, honestidad y pulcritud.

El Nacional

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