La Junta Central Electoral (JCE) no se distrae sino que avanza en la consolidación de su armazón jurídico para legitimar los siempre tortuosos procesos de votación.

Son muchos los conflictos que están sobre el tapete, que no dejan de llamar la atención de los distintos sectores, pero la JCE está en la discusión del reglamento para sancionar las infracciones electorales.

Más con una campaña proselitista que no ha cesado. La JCE ha declarado que no tiene mecanismos para sancionar por ley a los partidos que comiencen la campaña a destiempo por lo que se espera que la normativa en discusión resuelva la situación.

Como todavía falta mucho tiempo para que se abran oficialmente las compuertas los partidos deben contribuir con la definición del reglamento sobre las infracciones electorales. Mientras más transparentadas estén las violaciones pues menos excusas tendría la JCE para aplicar la ley.

Es importante que el organismo procure que las decisiones relativas a la organización y administración de los comicios se adopten a través de consenso y no de manera unilateral.

Para las infracciones la JCE habilitará una unidad de atención, seguimiento y y ejecución para proceder en cada caso. Por más despejado que se vea el panorama para las votaciones de 2024 nunca se sabe lo que pueda ocurrir.

El mejor testimonio son los inconvenientes técnicos que obligaron a suspender las votaciones municipales de 2020.