La procuradora general de la República, quien ha estado en el foco de los escarceos sobre la operación Calamar, ha aconsejado cuidar las formas al reclamar que se respete el debido proceso.
Por lo que se ha visto, la magistrada Miriam Germán, que en el pasado fue víctima de alusiones personales cuando buscaba permanecer como jueza de la Suprema Corte de Justicia, está en lo cierto en su afirmación.
No se puede coartar el derecho al reclamo y la vigilancia para que se cumplan con las normas y se respete la presunción de inocencia, de los imputados, pero tampoco permitir que se recurra a la violencia en desmedro del orden y las leyes.
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En torno a la operación Calamar, que el PLD ha calificado de persecución política, la magistrada consideró un “despropósito querer enlodar el trabajo del Ministerio Público”. Razones hay para que se respeten las formas.