La magnitud de los ciberataques que enfrentan a Rusia, China y Estados Unidos la ha expuesto el presidente Joe Biden al advertir que podrían provocar una guerra.
No en cualquier lugar, sino en un discurso ante la comunidad de inteligencia, el mandatario estadounidense advirtió el riesgo de escalada por las amenazas, al tiempo de encarar al ruso Vladimir Putin.
En tanto las potencias están a la expectativa estos países, que sufrirían las consecuencias de cualquier conflicto internacional, no saben, sin embargo, ni siquiera en qué pie están parados.
Aunque no se llegue a la guerra que teme Biden, la tensión no dejará de incidir en incrementos de precios como los del petróleo. Sobre el presidente de Rusia, Biden lo enfrentó al decir que sólo tiene petróleo y armas nucleares, lo cual, empero, lo hace más peligroso.
Mientras el presidente ruso negocia un tratado viable con Estados Unidos, China ha pedido a Biden bajar el tono de sus acusaciones para evitar confrontaciones.
El conflicto entre las tres potencias todavía está en el plano diplomático o verbal, pero indica que el mundo parece colocado sobre un barril de pólvora alrededor de los ciberataques
