Da mala espina que por una mala instrumentación de la Fiscalía del Distrito Nacional no se pudiera ejecutar una orden de detención contra la coronel y otros acusados de agredir al defensor del Pueblo y periodistas el 11 de abril en el canódromo.
No importa que la procuradora fiscal Rosalba Ramos anunciara que se depositará nuevamente la acusación contra Ysabelita de los Santos Pérez y los agentes de la Digesett involucrados en la agresión a Pablo Ulloa y otros funcionarios, así como de periodistas de diferentes medios.
Cuesta aceptar que por una supuesta mala instrumentación no se pudiera ejecutar una orden de detención contra los acusados.
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La fiscal del Distrito Nacional no tuvo otro recurso que anunciar que pedirá medida de coerción contra De los Santos Pérez y demás acusados cuando deposite el expediente en la oficina coordinadora de los juzgados de instrucción.
El largo tiempo transcurrido desde los incidentes hasta la fecha ha revestido la investigación de un velo de sospecha, que por supuesto se ha incrementado con los errores en la tramitación de la orden de detención contra los acusados.
