No bien se había terminado de informar el acuerdo por separado a que llegaron Moscú y Kiev para que se reanuden las exportaciones de cereales cuando se denunciaron bombardeos rusos al puerto comercial de Odesa.
El acuerdo, que se suscribió en Estambul, había sido considerado una victoria diplomática. Contó con la presencia del ministro de Defensa de Rusia, Sergei Shoigu; el de Infraestructura de Ucrania, Oleksandr Kubracov; el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y el presidente de Turquía, Tayyip Erdogan, entre otros.
Antes de 24 horas después de concluir la ceremonia de un acuerdo que había sido celebrado por todos los países, se denunciaron los ataques con misiles de Rusia al puerto ucraniano en el mar Negro.
El Gobierno de Ucrania no tardó en calificar los ataques militares como una burla a la comunidad internacional y una muestra de que Rusia no está dispuesta a cumplir con ningún acuerdo.
El puerto bombardeado es clave para la exportación de granos. El presidente Volodímir Zelenski dijo que con los ataques Moscú había escupido en la cara a Naciones Unidas y Turquía, que fueron las mediadoras en el acuerdo.
