El desembarco de una primera avanzada de 400 soldados kenianos en Haití plantea la posibilidad de que muchos pandilleros huyan a República Dominicana para evadir su detención.
Al tener la zona fronteriza como la principal vía para huir, se tiene necesariamente que reforzar los controles a través de la franja para cerrarle el paso a los terroristas haitianos.
Pero esa decisión no debe reducirse a un incremento mediático del despliegue de soldados dominicanos en la zona, sino con una vigilancia eficaz.
Con todos los controles que se han dispuesto los haitianos cruzan a este lado de la isla, como confirman las detenciones, a través de distintos puntos que solo ignoran los militares dominicanos.
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Ahora con la llegada de los soldados kenianos es mayor la posibilidad de que se cuelen pandilleros para operar desde República Dominicana.
Más controles garantiza reducir al mínimo la posibilidad de que criminales haitianos utilicen el territorio como base de operación.
Dejaría mucho que desear que por negligencia o cualquier otra causa los pandilleros que han sembrado la violencia y el terror en su país puedan encontrar refugio en esta nación.