De un tiempo a esta parte la mejoría en la imagen y la labor del sistema judicial han sido significativas. Además de magistrados que se perciben más independientes y competentes la tecnificación constituye uno de los aspectos más luminosos del régimen.

No se habla de la venalidad de los jueces ni siquiera en sentencias contradictorias, que han dejado mucho que desear. La vigilancia de la opinión pública ha incidido en que los jueces actúen con más apego a las leyes y ponderen con más detenimiento sus decisiones

Es justo reconocer que los tribunales han jugado un importante papel en la seguridad jurídica que ha ganado terreno. Una justicia ágil y eficiente ha sido siempre un anhelo para los sectores más comprometidos con el desarrollo.

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La mora, aunque se haya reducido, es todavía un lastre que tiene que superarse para consolidar la confianza en la administración de un sistema que es fundamental para la democracia.

Al juramentar a más de 900 profesionales del Derecho, el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Luis Henry Molina, volvió a reivindicar el rol de los tribunales en la consolidación del sistema institucional. Bien por él.