Con la operación Guepardo, siempre que sea como se ha publicado, el Ministerio Público ha desmantelado una de las estructuras más lesivas para la inversión inmobiliaria en el país.
La Fiscalía de La Romana, con el apoyo de la Procuraduría Especializada Antilavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo y la DNCD dijo que desmanteló una red que estafó con más de 18 millones de dólares a varias personas, dentro y fuera del país, a través de transacciones inmobiliarias.
La estructura, que se dice operaba en la región este, se dedicaba a captar víctimas a través de “falsos negocios de inversión, prometiendo altos rendimientos en corto tiempo”.
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Aunque las autoridades que tienen que probar las acusaciones, siempre se ha denunciado que en la región abundan las irregularidades, en el mejor de los casos, en el negocio inmobiliario.
Como cabeza de la supuesta estructura se identificó a la firma Novasco Real Estate, la que para blanquear sus ilícitos y generar confianza habría adquirido la franquicia Re/Max. En el operativo, que plantea sus expectativas, fueron apresadas Marisol Nova Nolasco y Rocío del Alba Rodríguez Moya.