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Orto-escritura: Borona, boronear y boroneo

Orto-escritura: Borona, boronear y boroneo

El elemento compositivo /orto-/ significa correcto, por lo que  es fácil inferir que el propósito de esta columna es abogar  por el buen uso de nuestra lengua, conforme a las normas que la rigen. Pero como la comunidad de hablantes del español es tan variada, cada una tiene sus particularidades léxicas y fonéticas que merecen respetarse.

Los lectores de esta columna habrán apreciado que aquí respetamos los dominicanismos (carpetear, mangú, maquey, comparón…) como formas propias de nuestro perfil cultural.  Siempre hay que precisar, sin embargo,  que los vocablos locales limitan la comunicación cuando se interactúa con personas de otros países.

Son abundantes las anécdotas en las que intervienen las voces  /ahora/ y /ahorita/, dado que para nosotros “ahorita” es más tarde mientras en México y otros países hispanos la palabra se refiere a lo inmediato, ya.  Y si esto ocurre con dos vocablos de la misma familia, ¿qué no pasará si invitáramos a un extranjero a comer lambí con moro de guanduales o con mapuey?

Las palabras enunciadas en el título, aunque no siempre lo advirtamos, remiten al habla dominicana. La primera, borona, aparece en el Diccionario académico con tres sinónimos:  1. f. mijo.2. f. maíz.3. f. Pan de maíz.

Una cuarta acepción señala que en Colombia, Costa Rica, Cuba, México, Nicaragua, República Dominicana y Venezuela esto equivale a “migaja (parte más pequeña y menuda del pan)”. Creo que entre nosotros el término tiene mucho más alcance que lo referente a un pedacito de pan.  Incluye algunas referencias al dinero, sobre todo si es poco. El Diccionario del español dominicano le atribuye, entre otras, esta acepción: dádiva generalmente fraudulenta.

Borona es entonces una voz del español de América que en República Dominicana asume una connotación particular (unos chelitos o un dinerito).  Y claro, eso no se queda ahí, del sustantivo sale el verbo (boronear) y otro sustantivo con más sabor dominicano (boroneo). Ninguno de estos dos términos aparece en el Diccionario de la lengua española, aunque sí en el que editara la Academia Dominicana de la Lengua.

Veamos:

Boronear. Realizar a alguien un trabajo o una actividad extra en la que se gana algún dinero. “Me llamaron, voy a boronear, aunque sea para el café”. “Después de su trabajo, él boronea en el mercado”.

La segunda acepción de boronear es “Repartir dádivas”. En ese caso entran en acción algunos políticos que cogen mucho para ellos y “boronean” a los ingenuos que los siguen.

El sustantivo “boroneo” guarda directa relación semántica con el verbo boronear.  Se trata de un trabajo de poco ingreso y por igual denomina la repartición de dinero en proporciones menores, por clientelismo político o pequeños sobornos. “Tú sabes cómo es, a las bases les gusta el boroneo”. “Tengo un boroneo por ahí, pero eso no da ni para el desayuno”.

¿Y cómo decir cuando algo se convierte en boronas?  El Diccionario académico incluye el verbo /desboronar/ pero dice de él que está en desuso y recomienda /desmoronar/.Lo define de este modo: 1. tr. Deshacer y arruinar poco a poco los edificios.

Los académicos dominicanos marcan la diferencia y hacen constar que el verbo /desboronar/ sigue con vida, pues esta comunidad de hablantes lo emplea: “deshacer una cosa en porciones muy pequeñas. 2. deshacerse una cosa en porciones muy pequeñas.

Antes define el sustantivo desboronamiento como “reducción del pan o de otra masa amigas”. Nuestro léxico es el nuestro y con él nos entendemos. Lo que no se justifica es estas formas horrorosas: próstota, semáfaro y enjaguar. Será el tema de la próxima semana.