Recuerdo en mis años mozos haber leído en uno de esos libros prohibidos que todavía leemos con nostalgia, un razonamiento que hacía Vladimir Lenin en una carta que enviara al Congreso de su partido en 1922: ‘’ Al convertirse en secretario general, el camarada Stalin ha concentrado en sus manos un inmenso poder y no estoy seguro de que siempre sepa utilizarlo con suficiente prudencia’’. Sus palabras fueron proféticas, Stalin terminó llevando a cabo una gran ‘’ purga’’ y eliminando a sus propios compañeros de lucha.
La acumulación de mucho poder en mentes narcisistas con complejo de inferioridad, es un peligro incalculable para las sociedades. No importa cuanto avance la inteligencia artificial, lo expuesto por Lord Acton, siempre tendrá vigencia:’’ El poder tiende a corromper, el poder absoluto corrompe absolutamente’’.
Los casos judiciales que se ventilan contra connotados dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana, todos han sido el resultado de un hartazgo de poder. Pensaron algunos que nunca iban a salir del y se arrogaron el derecho de asumir más de lo que el pueblo les otorgó. La falta de equilibrio de poder los ‘’ enjauló.
Cuando el presidente reelecto, Luis Abinader, anunció que, a pesar de tener una mayoría absoluta, gobernará de una manera consensuada, asume una posición humilde, pero sobre todo sabía, pues comparte la responsabilidad de dirigir el Estado.
He manifestado que estos cuatro años serán ‘’ peligrosos’’ para Abinader y el PRM. Además de hacer las transformaciones inconclusas y elevar el nivel de vida de los dominicanos, el presidente deberá actuar con prudencia, sabiduría y justicia para manejar la lucha interna por la candidatura presidencial entre el doctor Guido Gómez Mazara, Faride Raful, Carolina Mejía, David Collado, Wellington Arnaud, Eduardo Sanz Lovatón y otros que harán escaramuzas