Santo Domingo.- La historia de los filisteos la conocemos por la mención que hace la Biblia, principalmente en el libro de Jueces donde se narra la guerra entre éstos y el pueblo de Israel.
Los filisteos eran mucho más avanzados que los israelitas y los demás pueblos que habitaban la zona de Canaán. Adoraban a un tal Beelzebub, y eran buenos en la guerra.
Se asentaron en la zona costera del Mediterráneo, donde fundaron las ciudades de Askhelón, Gat, Gaza, Ecrón y Asdot. Entre sus principales guerreros se cita a Goliat, quien, según la Biblia, fue vencido por David.
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Investigaciones recientes aseguran que eran oriundos de la zona del Mar Egeo, donde formaban parte de una agrupación étnica denominada los pueblos del mar.
Por siglos se enfrentaron a los Israelitas por el control de territorio y razones religiosas, ya que los filisteos comían cerdos, algo que los descendientes de Jacob veían como un pecado.
Según narran algunas fuentes, cuando los israelitas salieron de Egipto, ya los filisteos habían establecido ciudades en el Mediterráneo, donde contendían con otros pueblos nativos.
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Al no poder regresar por la costa Mediterránea, los israelitas dieron la vuelta e ingresaron a Canaán por la zona este del río Jordán.
Al pasar el tiempo, y tras quedar atrás el odio que existía entre ambos pueblos, habitantes de Israel comenzaron a unirse en matrimonio con filisteos, y así inició un proceso de asimilación que terminó con la integración de ambos pueblos.
En la Franja de Gaza, en Palestina, quedó una parte de la historia de los filisteos, mientras en la costa mediterránea de Israel quedó la otra, en la ciudad moderna de Askhelón
