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Respuestas a inquietudes diplomáticas

Respuestas a inquietudes diplomáticas

Manuel Morales Lama

¿A que se llama buenos oficios en el arreglo pacífico de controversias?

Los métodos de arreglo pacífico de controversias han experimentado un proceso evolutivo que ha permitido, en determinada medida, que puedan ser cada vez más efectivos para resolver conflictos y controversias entre Estados y, asimismo, entre empresas e instituciones, incluso entre individuos, con sus indispensables adecuaciones a cada situación.

Los buenos oficios, que han sido establecidos como método de arreglo pacífico de carácter diplomático-político consisten, básicamente, en la intervención de una persona con reconocida autoridad moral, o un organismo internacional, o bien un tercer Estado ajeno a la disputa, que debe actuar con el propósito de lograr el inicio, o la reanudación, de negociaciones directas entre “litigantes o beligerantes”, pero sin intervenir en ellas, ni hacer ninguna propuesta para la solución del conflicto. Esto último corresponde al campo de la mediación.

Cualquier Estado (institución o persona) podrá ofrecer sus buenos oficios y cualquiera de los Estados (o partes) en conflicto puede solicitarlos.

Pero estos, naturalmente, podrían no ser aceptados por los interesados. A modo de ejemplo, en determinados diferendos se ha estimado que el medio de elección sea la mediación.

Sin embargo, al no contarse con el imprescindible acuerdo de las partes involucradas sobre el mediador, se han tenido que utilizar primeramente buenos oficios, con el propósito de poder obtener la anuencia requerida y que así pueda ser posible la mediación.

El gestor de buenos oficios puede convertirse en mediador si expresa su criterio sobre el asunto de fondo, contando ineludiblemente, con la previa aprobación de las partes.

Evidentemente, la mediación como método para arreglo pacífico, “está a medio camino entre los buenos oficios y la conciliación”, pues hace algo más que aproximar a las partes, pero no llega al nivel de formular un informe con propuestas de solución.2)

¿Cuál es el uso apropiado de la llamada tarjeta de plato en comidas del medio diplomático?

La tarjeta personal de plato, o del puesto de mesa, en las comidas formales de carácter diplomático, es el final del proceso de conducción del comensal a su sitio en la mesa.

Esta tarjeta, con o sin escudo o anagrama según lo requiera el caso, muestra con claridad el tratamiento, nombre y cargo del invitado.

Situada delante y ligeramente a la derecha de su plato, le indicará finalmente su sitio en la mesa. No suele ser adecuado poner esta tarjeta en el lugar de los anfitriones.

Tanto si la comida es presidida, no por los anfitriones (que han cedido sus presidencias) sino por dos personalidades, no se colocará la tarjeta en los lugares de los señores de la casa.

En el caso de misiones diplomáticas en el exterior, únicamente cuando sea el jefe de misión quien ofrece la comida, estas tarjetas deberán tener grabado el Escudo Nacional de su país, conforme a usos y costumbres que son parte del contenido del denominado “arte de la etiqueta”.