Las condiciones y cuestionamientos de sectores importantes al diálogo propuesto el 18 de este mes por el presidente Luis Abinader para consensuar un conjunto de reformas institucionales, incluyendo una constitucional, son un mal presagio sobre el éxito de las conversaciones que iniciarían a partir del próximo día 30.
La Asociación de Industrias de República Dominicana (AIRD) no tardó en condicionar su participación en la discusión de una reforma fiscal a la aplicación del pacto eléctrico, acordado hace unos siete meses y sobre el cual todavía no se ha elaborado el reglamento.
Pero la entidad señaló que tampoco sería prudente abordar aspectos relacionados con el incremento de las recaudaciones sin racionalizar el gasto y sin una carta de ruta para reducir el déficit.
El expresidente Leonel Fernández, cuyo partido representa la segunda fuerza política en el Congreso, señaló que carece de sentido tratar de modificar la Constitución para establecer la independencia del Misterio Público “debido a que ese órgano ya posee esa característica”.
Sin que el diálogo haya comenzado las observaciones y cuestionamientos de sectores empresariales y líderes políticos no representan la mejor de las señales sobre el resultado de las 12 reformas motivadas por el presidente Abinader en la necesidad de fortalecer el sistema institucional. En las reparaciones podrán mediar otras razones, pero las que han aflorado alejan desde ya la posibilidad del necesario consenso sobre las reformas.