Haití podría convertirse en un verdadero infierno, con los muertos esparcidos por doquier, con la ofensiva anunciada por el líder pandillero Jimmy Cherizier (Barbecue) tras sobrevivir a una redada en su bastión de Bas Delmas, en Puerto Príncipe.

Ante las versiones de que había sido eliminado, Barbecue no solo proclamó que estaba vivo, sino que anunció una violenta ofensiva contra el Gobierno del primer ministro Didier Alix Fils Aimé.

El peligroso líder criminal advirtió que de la misma manera que usaron drones para eliminarlo, de igual forma puede utilizarlos para alcanzar a cualquier objetivo.

Se sabía que Barbecue no está solo y que incluso cuenta con el respaldo de sectores de poder. Pero él se ocupó de despejar cualquier duda al señalar que tiene amigos y hermanos en toda parte del mundo, pero también dinero.

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“Los drones se venden en todas partes”, dijo para afirmar que él también podía adquirirlos. Como si quisiera hacer llegar su advertencia a las máximas autoridades, Barbecue expresó que después del magnicidio de Jovenel Moïse, el 7 de julio de 2021, cualquier persona puede ser asesinada en Haití.

La violencia protagonizada por las pandillas ha tenido un elevadísimo costo humano y material en una nación sumergida en la pobreza más espantosa.

Los últimos acontecimientos y la ofensiva con que ha amenazado Barbecue representan otro sonoro aviso a la comunidad internacional sobre la inseguridad y la ingobernabilidad en el país.