Por lo frecuente que se ha tornado son lógicas las preocupaciones sobre el trasiego clandestino de armas de fuego de diferentes calibres, con sus respectivos cargadores, desde Estados Unidos.
Cada vez que se detecta un alijo, como acaba de ocurrir con 26 pistolas, tres fusiles y un revólver, la alarma sobre el contrabando de armas se dispara con audible estruendo.
Se conjetura que las armas van a parar a las manos de las pandillas que operan en Haití o a grupos delictivos de algún otro país, sin descartar que algunas se mercadeen en el país. Desde hace tiempo son muchas las armas procedentes de Estados Unidos que se han confiscado en el país en diferentes operativos.
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Con la detención del presunto destinatario del último arsenal, a quien se identificó como José Manuel González Díaz, las autoridades cuentan con un elemento concreto para investigar por lo menos la distribución de las armas de fuego.
Las armas fueron enviadas desde Brooklyn, Nueva York, camufladas dentro de dos tanques con insumos de alimentos.
Es posible que con las autoridades estadounidenses se ubique a los traficantes. La Policía informó que González Díaz recibiría las armas en el municipio de Tamboril, Santiago.
Dice que desde noviembre de 2022, cuando se detectó un alijo en el muelle de Haina, daba seguimiento a González Díaz, quien fue detenido en Salcedo. Por lo visto, tiene para efectuarse una exhaustiva investigación sobre el trasiego de armas.
