El zar ruso Vladimir Putin sufre una penetrante estocada con el pacto para Ucrania exportar sus productos agrícolas a través de Rumanía.
Tras el bloqueo del Mar Negro, el gobernante ruso no preveía que los ucranianos podrían usar la ruta de Rumanía para vender sus productos en el exterior.
La economía ucraniana depende en gran medida de la agricultura. Las exportaciones de trigo, cebada, aceite girasol y de otros rubros son cruciales en el mundo. Desde la invasión de Rusia los precios de los alimentos se han disparado en todo el mundo.
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Las exportaciones forman parte de un acuerdo que incluye el desarrollo de la infraestructura fronteriza, carreteras y ferrocarriles, así como la simplificación de los controles.
Aunque ha tenido que padecer los rigores de la guerra el Gobierno de Ucrania ha resistido con estoicismo los bombardeos de la artillería rusa.
El acuerdo con Rumanía representa una suerte de tabla de salvación para disponer de más recursos en una guerra que lleva alrededor de un año y seis meses. Para Putin es un duro golpe que Ucrania haya encontrado una ruta terrestre para sacar sus productos al mercado exterior.
