Articulistas Opinión

Voces y ecos: Respuesta a EUA

Voces y ecos: Respuesta a EUA

Rafael Peralta Romero

La sociedad dominicana ha mostrado el necesario sentido de unidad frente a la inoportuna declaración de la embajada estadounidense en Santo Domingo respecto de un presunto trato desigual a ciudadanos de ese país. Esa unidad es digna de ponderación, pues ha prevalecido ante una ingrata circunstancia el interés nacional.

El Gobierno, empresarios, el clero, el Instituto Duartiano, legisladores de distintas organizaciones, medios de comunicación han expresado, con tino y justeza, el rechazo a la afrentosa declaración de la legación de los EUA.

No extraña que el comunicado se difunda cuando República Dominicana trata de poner orden en la migración extranjera.

Ellos se permitieron expresar que estadounidenses de piel oscura habrían sido retrasados, detenidos o sujetos a un mayor interrogatorio en los puertos de entrada y en otros encuentros con funcionarios de inmigración.

La intención es aviesa, sabiéndose, como se sabe, que aquí a quienes proceden de ese país se les trata como a reyes.

Parecía que en República Dominicana hubiera desaparecido el concepto “opinión pública”, pero las respuestas, desde todos los sectores, han evidenciado que todavía prevalece, y es posible orientar el sentir de la mayoría en torno a un asunto que en verdad compete a todos.

También nosotros sabemos de “E pluribus unum”: De muchos, uno.

También te podría interesar: Voces y ecos

El rechazo al infamante comunicado lo demuestra. La primera respuesta, certera y pertinente, fue emitida por el Ministerio de Relaciones Exteriores, el cual consideró el aviso infundado, extemporáneo e infeliz.

Sin duda, la declaración en cuestión desmiente la política de buena vecindad que sostienen EUA y República Dominicana.

El presidente del Tribunal Constitucional, Milton Ray Guevara, y el obispo de La Altagracia, Jesús Castro Marte, produjeron, quizá, los pronunciamientos más firmes en rechazo a la declaración gringa y en defensa del interés nacional.

El doctor Ray consideró “un agravio” el comunicado y lo tildó de “un error de la diplomacia norteamericana”.
Monseñor Castro recordó a los EUA que debe respetar la política de cada país y que cada país tiene sus normas y su dinámica.

“Lo que hay que respetar siempre es los derechos humanos de la persona”. “Pero hay que aplicar las leyes de migración en cada país; cada país tiene sus normas. Ellos la aplican allá y nosotros la aplicamos aquí”. Eso dijo el prelado.

Los estadounidenses son inteligentes, pero se pueden equivocar. Creo que su “alerta” ha constituido una metedura de pata.

Lo primero que han olvidado es que en República Dominicana no se divide a los ciudadanos en blancos y negros, como ocurre en Estados Unidos. El comunicado resulta improcedente e inoportuno. Deben rectificar.