El párroco de la Iglesia San Pablo Apóstol, de Cristo Rey, no coge lo que se llama corte, pero tampoco se deja embaucar con ceremonias ni promesas.

El religioso se la puso dura al Ministerio de Interior y Policía al declarar que el plan de seguridad ciudadana promovido en su sector y La Zurza se cayó porque no ha cumplido con todo lo prometido.

Lo único que se ha visto, según el sacerdote, ha sido el incremento del patrullaje, pero brillan por su ausencia la construcción masiva de canchas, creación de empleos para jóvenes, mejoras de viviendas y distribución de raciones alimenticias.

Si se apostó al olvido, que suele darse en muchos casos, saben las autoridades que tendrán de frente al párroco con sus reclamos y denuncias. Gracias a la batalla que libró hubo que cumplir con la construcción de un politécnico y otras obras en Cristo Rey.

El sector necesitaba reforzar el patrullaje para prevenir la delincuencia, pero también requiere las obras que cita el sacerdote para mejorar las condiciones de vida de los residentes y dar más oportunidad de superación a los jóvenes. El padre Hernández es una voz presta a defender a la comunidad y su feligresía.