El contrabando de cigarrillos representa uno de los muchos nubarrones sobre la vulnerabilidad de la zona fronteriza para el tráfico humano y de mercancías. La nota tétrica la ponen las propias autoridades con decomisos como el de cuatro millones de unidades que se acaba de anunciar durante un operativo en Santo Domingo Este y el desmantelamiento de una supuesta red dedicada al tráfico de cigarrillos a través de la frontera.
Con frecuencia el Ejército da cuenta de la detención de haitianos ilegales que son transportados en vehículos por comunidades de la región fronteriza. La pregunta que dejan los operativos es cómo se las arreglan los contrabandistas y traficantes de personas para burlar la vigilancia en la línea demarcatoria.
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