Las voces tuna y resort tienen suficientes usuarios en el habla dominicana, lo cual constituye una razón para precisar algunos detalles relacionados con su uso.
De inicio, debo decir, respecto de la palabra tuna, que en la lengua española ningún pez lleva ese nombre. Lo que en castellano se denomina tuna es un árbol. “Árbol de la familia de las moráceas, de mediana altura, tronco grisáceo y hojas grandes, ásperas y lobuladas, cuyos frutos son la breva y el higo”.
Resultará sorpresa para algunos la información de que se trata de una palabra de origen taíno. En su libro Indigenismos Antillanos (Centro León, 2022, pág. 39), María José Rincón cita este vocablo entre un grupo de indigenismos que “…han llegado a ser tan nuestros, de todos los hispanohablantes, sea cual sea nuestro lugar de origen o residencia…”.
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Más adelante, en la página 94, al referirse a los nombres de frutas reportados por los cronistas y colonizadores de la Española, la lexicógrafa Rincón asegura que “A veces las frutas permanecen, pero su aprovechamiento cambia. Así sucede con el fruto llamado tuna (t), conocido también en español como higo de Indias o higo chumbo, de piel cubierta de espinas, cuya valoración, más allá del sabor, nos cuenta Simón”.
Pedro Simón, a quien cita la académica, describió así la tuna: “Una frutilla colorada, no de mal sabor, aunque toda muy llena de perniciosas espinas. Suelen servir de alfileres a las indias, que no alcanzan caudal para comprar los nuestros”.
Algunos dominicanos llaman “tuna”, al atún, sobre todo al que se expende precocido, en conservas. Me resisto a creer que quienes incurren en tal práctica, lo hagan por influencia de la lengua de los taínos. Más bien hacen honor al idioma de los británicos, en el que a ese pez se llama tuna…
El Diccionario de la lengua española explica que la palabra atún (Pez) deriva del árabe hispánico “attún”, este a su vez del árabe clásico “tunn” y este proviene del latín “thunnus”. La definición es la siguiente: “1. m. Pez teleósteo, acantopterigio, común en los mares de España, frecuentemente de dos a tres metros de largo, negro azulado por encima y gris plateado por debajo, y con los ojos muy pequeños, cuya carne se consume fresca o en conserva”.
Un asunto debe quedar claro: fresco o enlatado, el pez se llama atún.
Resort, no risor
La voz inglesa resort ha sido acogida por el castellano con el significado de complejo hotelero. Los extranjerismos se adaptan tanto por su grafía como por su fonética. En este caso, era posible castellanizarlo por su sonido: “risor”, con el plural “risores”. Los académicos, no obstante, han preferido adaptar la palabra conforme a su escritura en inglés. El plural es resorts.
El 30 de junio pasado, Fundéu-RAE divulgó la siguiente recomendación: “resort no necesita comillas ni cursiva”. Y explicó que la voz resort, que designa un complejo turístico que ofrece una gran variedad de servicios (restauración, actividades deportivas, ocio…), es válida en español y no necesita comillas ni cursiva.
De modo que escribiremos adecuadamente: En Miches hay un resort de cuatro estrellas. /Muchos muestran sus gulas en los resorts.
Hemos señalado que el término resort ya fue incorporado al diccionario académico con su escritura original de la lengua procedente y con el sentido de “complejo hotelero”. Fundéu-RAE señala al respecto que “Al acomodarse a las pautas ortográficas del español y tener ya un uso extendido, no necesita ni comillas ni cursiva. Su plural es resorts. No obstante, conviene tener en cuenta que existen alternativas como complejo hotelero, complejo turístico o centro vacacional”.