La tranquilidad y el orden con que operó el mercado binacional de Dajabón durante la cumbre en Santiago del Sistema de Integración Centroamericana (Sica) son una muestra del respeto y la consideración que reciben los haitianos en el país.

Los delegados al encuentro han podido apreciarlo de primera mano. Los haitianos pudieron vender sus mercancías y abastecerse de los productos que necesitaban para consumo personal o para mercadearlos en su país.

La armonía ha sido la nota en los intercambios, al margen de cualquier incidente aislado que haya podido darse. Al no recibir denuncia concreta, los delegados a la cumbre pudieron percatarse incluso de que en las deportaciones de indocumentados no se viola la dignidad de las personas.

La tranquilidad y el orden con que operó el mercado de Dajabón es muy importante porque muestra que no existe la discriminación y el odio contra los haitianos que se atribuye a los dominicanos.

Los casos que pudieran darse no pueden tomarse como base para la afirmación. Si el mercado binacional ha sido afectado por algún acto de violencia los responsables en un 100 por 100 han sido los haitianos. Que quede claro.