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Culpa de vecinos: Basura cañadas

Culpa de vecinos: Basura cañadas

La mucha basura en cañadas evidencia, más que nada, la despreocupación de los vecinos de esos sectores por la preservación del medio ambiente.

La basura, que ofrece un espectáculo tan repelente, no cayó del cielo ni surgió de la nada. Fue depositada por personas desaprensivas, quienes tampoco encontraron a alguien que les llamara la atención.

Si los vecinos no se involucran en la preservación de sus recursos vivirán siempre expuestos a contaminación de enfermedades y escasez de agua.

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El caso de las cañadas llama también la atención sobre la necesidad de concienciar a la gente sobre el valor y la utilidad del medio ambiente, pero también de aplicar sanciones a quienes violen las normas.

Hacer el papel de víctima siempre ha sido muy fácil. Lo incomodo es asumir responsabilidad o comprometerse con la solución de necesidades, aunque sean propias. Se tendrá como mejor si es el Gobierno, el ayuntamiento o cualquier otra entidad que asume la protección de los recursos y la solución de los problemas.

Fiona puso a flote una realidad que no siempre tiene que ver con las condiciones económicas y sociales, sino con la irresponsabilidad y la falta de conciencia de la gente.

Si se evita que los desperdicios terminen en las cañadas, esas corrientes no estarían repletas de basura, como se ha visto a raíz de los aguaceros del huracán Fiona.

El Nacional

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