Tras las aclaraciones de las autoridades de Haití sobre el rechazo a las vacunas donadas por el Gobierno para combatir la covid parece ahora que el incidente se debió a un penoso fallo de protocolo diplomático.
El ministro de Salud de Haití, Lauré Adrién, explicó que en ningún momento las autoridades dominicanas comunicaron al Gobierno de su país que le regalarían 100 mil dosis de Astrazeneca.
“Nadie nos ha contactado en el ministerio (de Relaciones Exteriores) para tal oferta (de las vacunas), y si este fuera el caso la respuesta habría sido negativa de todos modos, porque tenemos en existencia varios cientos de miles de dosis de la vacuna Moderna, de los cuales no tenemos cierta garantía de que podamos utilizarlas antes de su fecha de vencimiento”, explicó el funcionario haitiano.
Si es como aduce el funcionario, el incidente, que por aquí se tildó como un desaire del Gobierno haitiano, evidencia fallas protocolares. Al no poder almacenarse, las vacunas son delicadas.
El problema con Haití no se tuvo con Honduras y Guatemala, a los que también el país donó vacunas de Astrazeneca. No se sabe si con los dos países se cumplió el protocolo.
