Carcagamento de 9.8 toneladas de cocaína, incautado en el puerto de Andrés, Boca Chica.
Todas las conjeturas habidas y por haber se han tejido sobre el silencio que rodea la investigación alrededor de las 9.8 toneladas de cocaína decomisadas el 6 de este mes en el puerto multimodal Caucedo.
Tras el señalamiento de Guatemala de que la droga había sido introducida aquí en un buque que tenía como destino a Bélgica, el presidente Luis Abinader anunció que la DEA y la DNCD informarían sobre la investigación. Pero alrededor del caso lo único que ha trascendido, y no de manera oficial, es que varias personas, como es obvio, han sido interrogadas sobre el hallazgo de la droga.
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La investigación tiene varias vertientes. Por un lado determinar si es verdad que la sustancia fue introducida aquí en el buque, y por el otro el lugar donde estaría depositada. Pero además identificar a los responsables del alijo.
El misterio ha sido tan denso que ni siquiera la Procuraduría General de la República, que se supone es la que debe validar la investigación, ha realizado el menor comentario al respecto. Mientras reina el silencio más aumenta la intriga sobre el decomiso de un cargamento cuya aclaración representa un desafío para las autoridades.
El Nacional
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