La Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (Pepca) ha tenido tiempo y espacio para difundir las supuestas irregularidades en el plan de humanización del sistema carcelario ejecutado en la gestión de Jean Alain Rodríguez.

Si la batalla fuera mediática la Pepca la ganaría con amplio margen. Pero de la misma manera que ha podido divulgar los supuestos hallazgos contra Rodríguez y otros imputados se espera que cuente con las pruebas para sustentar el expediente.

El caso Odebrecht es un referente que alimenta cualquier reserva sobre los sometimientos por supuestos escándalos de corrupción.

El consorcio admitió que había pagado 92 millones de dólares en sobornos, pero los tribunales tuvieron que descargar a los acusados por falta de pruebas.

Puedes leer: 100 implicados en 3 sonados casos de corrupción que Pepca presentó acusación

También en aquella ocasión fue mucho lo que se habló. La Pepca, que en esta ocasión se supone actúa sin presiones políticas ni de ningún género, carece de excusas para no aportar pruebas que avalen la alegada corrupción en el programa carcelario.

Ha tenido todo el tiempo y se supone que también los recursos para efectuar una investigación exhaustiva y que ningún detalle quede en el aire. La connotación de política que se ha dado a la investigación es otro desafío para demostrar que la corrupción permeó el programa ejecutado bajo la gestión de Rodríguez como procurador general de la República.