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La sorpresa del Diccionario con la palabra pupila

La sorpresa del Diccionario con la palabra pupila

El Día de los Padres, un hombre recibió por guasap el siguiente mensaje: “Buenos días, estimado maestro, mentor, amigo y padre. Le deseo un buen día de los padres, a usted que ha sabido serlo tan excelente y extraordinariamente”.

Muy complacido, el hombre quiso responder de la mejor manera. Quien le escribía, una mujer joven, por su edad podía ser su retoño menor. Como no es hija biológica, intentó saludarla con el apelativo de /pupila/.

Esta voz deriva del latín “pupillus”, diminutivo de “pupus” que significa ‘niño’. La forma femenina en el latín es “pupilla” ‘niña’, ‘huérfana menor de edad’. También de ahí deriva pupila, parte del ojo.

Antes de enviar el mensaje, el hombre consultó el Diccionario y se encontró con una sorpresa. “Debo buscar otra palabra”, se dijo. Le adelanto lo que sobre el sustantivo /pupila/ expresa el Diccionario de la lengua española.

He aquí lo dice: “1. m. y f. Huérfano menor de edad, respecto de su tutor.2. m. y f. Persona que se hospeda en casa particular por precio ajustado.3. f. Abertura situada en el centro del iris, por la que entra la luz en el ojo.4. f. prostituta.5. f. coloq. Perspicacia, sagacidad. Esa persona tiene mucha pupila”.

Ninguna de las cinco acepciones satisfacía al hombre de nuestra historia, pero lo que realmente lo espantó fue la cuarta: prostituta. ¿Decirle prostituta a la mujer que tanto afecto le mostraba en su delicada felicitación?

El padre putativo (¡cuidado con escribir hija putativa ¡) optó por responder a la dulce dama con el siguiente texto: “Buen día, querida ahijada, gracias por tu mensaje. Me reconforta, llega como fino ungüento que sana y perfuma”.

“¿Ahijada? Ja jajaja “, fue la respuesta. Algo turbado, el hombre quiso explicarlo, incluyendo en su excusa que intentó emplear la palabra /pupila/, pero que la rechazó porque contiene un elemento no grato.

Cuando no hay un lazo sanguíneo entre dos personas que mantienen vínculo de tipo paternal o maternal la denominación más adecuada debería ser /ahijado o ahijada/.

Pero lo que está en nuestra conciencia léxica es que padrino o madrina es la persona que ha apadrinado o amadrinado a otra en su bautizo, sobre todo católico.

La sorpresa del Diccionario con la palabra pupila
La sorpresa del Diccionario con la palabra pupila

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De ahí que el Diccionario defina ahijado o ahijada como “Persona que es apadrinada o amadrinada por otra en su bautizo”.

En una segunda acepción, el mismo texto indica que ahijado y ahijada es la persona que recibe protección, favor o asistencia de su valedor.

El vocablo /ahijado/ es el participio del verbo /ahijar/. Sin embargo, la definición del Diccionario no incluye su aplicación relacionada con persona. Más bien dice que es: Dicho de un animal: Acoger una cría ajena.2. tr. Atribuir o imputar a alguien la obra o cosa que no ha hecho.

Quizá algún lector desee que explique el inciso referido a /putativo, va/. Este adjetivo significa que una persona es tenida por padre, hermano de otra, no siéndolo.

Amparado en esto no hay objeción para emplear el vocablo, el peligro está en que al escribirla en guasap el aparatito haga una de las suyas, preservando las dos primeras sílabas.

Mi conclusión es que para escribir o hablar es conveniente tomar en cuenta el Diccionario, para asegurarse, más que todo, de la auténtica significación de las palabras.

Sin embargo, esta recomendación no excluye el uso de palabras que en nuestro contexto social están aceptadas con determinado valor semántico. Cuando el Diccionario y la costumbre lexical se contradicen, ríjase por su recta conciencia.