Santo Domingo.- Entre lágrimas, aplausos y sudor, llegó a su final la era de los hermanos Fortuna, los cuales fueron despedidos como jugadores profesionales la noche del viernes.

José y Manuel una de las parejas de hermanos más icónicas que ha tenido el baloncesto dominicano, en especial el torneo de superior del Distrito Nacional, pusieron fin a sus carreras de unas dos décadas, en la cual representaron en los últimos seis certámenes de la justa distrital de mayores a Villa Consuelo, la barriada que los vio nacer, crecer y desarrollarse como personas y jugadores.

“Estoy agradecido de esta bella carrera que hoy culmina. Gracias a nuestra familia, fanáticos y directivos, que nos han apoyado durante todos estos años y quienes han sido nuestro soporte desde el inicio hasta el final”, expresó José, al ser abordado por la prensa luego del partido en el cual el Barias cayó 92 por 89 ante El Millón.

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Durante la ceremonia de despedida fue notable ver a un acongojado Manuel sentado al lado de su hermano, en el centro del tabloncillo del Palacio de los Deportes Profesor Virgilio Travieso Soto.

Mañén bajó la cabeza para evitar que le vieran llorar mientras que Pancho le pasaba la mano por la cabeza para animarlo.

“Será difícil pero extrañaremos este lugar, en el que pasamos tanto tiempo, lo entregamos todo y pusimos de manifiesto lo que mejor hemos sabido hacer en nuestras vidas, jugar baloncesto. Amamos este deporte”, manifestó Manuel, quien fue miembro de la selección nacional por espacio de 10 años.

José -Boyón – Domínguez, en conjunto con los hermanos Suero, Gerardo y Juan Miguel, entregó un balón firmado por todos los jugadores del Mauricio Báez.

“Nos llenó de mucha satisfacción porque con ellos solo existe diferencias de competencia dentro de la cancha pero fuera de ahí nos une una bonita amistad”, dijo el mayor de los Fortuna.

Tanto Pancho como Mañén recibieron placas de reconocimiento por parte de los directivos de ABADINA, así como chaquetas enmarcadas con el número 4 y 5 por parte de la directiva del club Doctor Rafael Barias.

Al finalizar el encuentro no faltaron las fotos junto a los fanáticos y personas allegadas a ambos jugadores.

Mientras se apagaban las luces del Palacio de los Deportes se vió a Munel Fortuna salir del camerino, aun uniformado, atravesar caminando el tabloncillo hasta salir por la puerta del ala este (la puerta de la ambulancia) cabizbajo como si estuviese despidiendose del espacio en donde encestó muchos bombazos de tres puntos y celebró varios campeonatos obtenidos.