¿Qué Pasa? Articulistas Entre cielo y tierra

Misericordia, misericordia…

Misericordia, misericordia…

Mary Leisy Hernández

Risas ha provocado un video de un compueblano mío, que ante los remeneones del reciente temblor de tierra en República Dominicana, clamó a la Virgen de la Altagracia y pidió perdón al señor Dios.

El comunicador, en medio de un programa de radio, con voz temerosa comenzó a orar rápidamente la oración del padre nuestro y en medio de su rezo y con altivéz, salió corriendo.

El comunicador Rafael González hizo a mi juicio dos cosas muy interesantes: Hacer uso de su fe y tomar medidas. Qué haría usted? Yo conociéndome, pienso que haría más o menos lo mismo, pero, Cómo saberlo? Ante emociones tan fuertes uno no puede predecir lo que haría exactamente.

Solo el momento lo determina y eso bueno que lo recuerden los que se han burlado de mi colega. En lo particular, su actitud me parece admirable.

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Los temblores de tierra no solo remenean la tierra y los objetos y cosas visibles. También nos remenean por dentro, nos movilizan y nos sacan emociones irreconocibles hasta para nosotros mismos.

Se me removió mucho con este último movimiento telúrico que vivió mi gente, con todo y que no estoy ahora mismo en mi país.

Pensé en mi hermana mayor y lo miedosa que es. Me tocó profundamente el caso de una sobrina, que como todo joven es muy “ella” y ese día ante el sacudión, bajó escaleras en ropa menor y abrazó a su madre convertida en la hija más amorosa de la bolita del mundo.

Me vino el recuerdo de un templor que viví de niña y las súplicas de mi madre que dándose golpe en el pecho pedía misericordia.

Hoy como ella, pido a Dios misericordia por nosotros. Que permita que no sea necesario un doloroso remeneón para que movamos las fichas necesarias para ser mejores seres humanos.

El Nacional

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