Cójanlo

No es todo

No es todo

Los presos que se amotinaron en la prisión de la fortaleza Palo Hincado, de Cotuí, no podían salirse con las suyas. Menos aún cuando en la revuelta resultaron heridos 15 reclusos, seis de ellos de gravedad.

En respuesta las autoridades han dispuesto el traslado de 53 privados de libertad que habrían participado en los disturbios. Si bien se ha anunciado una investigación, el Ministerio Público y la Dirección de Prisiones tienen que bajar a la raíz del motín.

Se ha dicho que fue provocado por reclusos que se resistían al traslado a otras prisiones. Sin acusar a nadie en particular en los conflictos carcelarios las autoridades suelen tener siempre su cuota de responsabilidad.

Además de investigar a los presos tienen las autoridades que investigar al personal del penal, sobre todo por la complicidad y negligencia que se dan en esos casos.

La investigación que se anunció no puede ser para salir de paso o cumplir con una rutina, sino para determinar las condiciones en que opera el recinto.

El motín representa, por demás, otro aviso sobre el sistema penitenciario en torno al cual parece que ha habido más propaganda que una real mejoría.

El Nacional

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